Genealogías de Fontanarejo

Fontanarejo es actualmente un pueblo de casi 300 habitantes, pero ¿cuantos tenía antiguamente?

Este y otros interrogantes serían despejados consultando las mejores fuentes de información para estos fines, los padrones municipales y los registros parroquiales. Desgraciadamente, y como todos sabemos, la mayor parte de los censos y el gran número de los libros parroquiales que tuvo Fontanarejo han desaparecido, quedándonos únicamente registros a partir de 1852.

Vamos a realizar un pequeño análisis demográfico de los datos que nos aporta esta limitada fuente, en concreto analizaremos los libros parroquiales que cubren el periodo 1852-1902.

Según el cuadro anterior se aprecia que los nacimientos, con altibajos, se mantienen entre los 15 y 20 por año. Destaca la caída en 1870 y el posterior repunte después de 1878. Este fenómeno tenemos que atribuírselo a los efectos de la 3ª Guerra Carlista que tuvo su campo de acción por toda esta zona. Si comparamos los nacimientos por sexos, vemos que no hay una tendencia clara, aunque se aprecia un mayor nacimiento de niñas al final del siglo XIX y principios del XX. Si comparamos los nacimientos y defunciones totales vemos que hay algunos años en los que las defunciones igualaron o incluso sobrepasaron a los nacimientos. El primer repunte de las defunciones se da en 1864 y es debido a un brote de viruela que afectó sobre todo a la población infantil, muriendo 17 niños. En 1870 los nacimientos y defunciones se igualan debido a la baja natalidad producida por la citada guerra. Sobre 1882-1884 nos encontramos con varios casos de sarampión, tisis o crup en el caso de los niños. En 1891-1892 asola el pueblo el sarampión y la tosferina en la población infantil. En 1891 nos encontramos con uno de los dos únicos casos de muerte violenta en Fontanarejo, siempre hablando del periodo estudiado. Se trata de Isabel Fernández que, aunque parezca dificil creerlo, murió electrocutada. Sobre el año 1900 tenemos otro repunte de las defunciones debido sobre todo a la penuria económica del momento y en el que la mayor causa de mortalidad infantil es el raquitismo o la desnutrición.

Estudiar las causas de las muertes es complicado ya que hay largos periódos de tiempo en los que no hay en el pueblo un médico que certifique la causa del óbito. Sin embargo, en estos periodos los fontanarejeños eran atendidos por los médicos de los pueblos cercanos, sobre todo el de Arroba. En otros periodos nos encontramos con que servía en el pueblo un barbero, persona con una limitada formación médica que hoy podríamos equiparar al practicante. Aún así, en los casos en los que se especifica la causa de la muerte,  en la mayoría de los casos sólo se describen los sintomas de la enfermedad sin nombrarla o simplemente se dice que murió de un dolor, de fiebre o con el genérico de repente.

Siguiendo el estudio del cuadro anterior, y comparando las muertes de niños con las totales, vemos que la mortalidad infantil era alta con algunos momentos críticos como por ejemplo alrededor de 1900.

Antes de 1852 no podemos conocer datos como los arriba mencionados, conociendo únicamente el dato de la población del pueblo. Aún así podemos suponer que seguiría la misma pauta: alto número de nacimientos y alta mortalidad infantil.

En el cuadro anterior vemos la evolución de la población en Fontanarejo desde 1646 hasta hoy día. Nos encontramos con dos tipos de datos: habitantes y vecinos. Por vecino debemos entender al cabeza de familia o a la unidad familiar, pero debemos tener en cuenta que este criterio variaba dependiendo si el recuento de la población se hacía por motivos fiscales o por otros motivos. En el caso concreto de Fontanarejo creemos que el índice que debemos aplicar al término vecino es el de 3,9 por considerar que es el que más se aproxima a la unidad familiar en esa época: marido, mujer e hijos. Aplicando este índice podemos suponer que en 1646 el número de habitantes estaría alrrededor de 330, en 1782  sería de 230, etc. Podemos apreciar que en la actualidad el número de habitantes es muy similar al de finales del siglo XVIII, encontrándonos en medio un gran aumento desde principios del siglo XX hasta 1960 en que podemos suponer una pequeña porción de población flotante. A partir de los años 60 del siglo XX empieza una caída en picado que llega hasta la actualidad.

David Fernández Infante